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Puedes utilizar almejas frescas o congeladas, dependiendo de tu preferencia y disponibilidad. Asegúrate de limpiarlas adecuadamente antes de utilizarlas.
Sí, puedes sustituir las almejas por otros mariscos como mejillones, calamares o gambas. Ten en cuenta que esto afectará al sabor y la textura final de la receta.
No, estas recetas no son aptas para personas alérgicas al marisco, ya que las almejas son un tipo de marisco. Si tienes restricciones alimentarias, te recomendamos explorar otras recetas que se ajusten a tus necesidades.
Lo ideal es consumir las almejas lo más frescas posible. Si necesitas conservarlas por un corto período de tiempo, guárdalas en el refrigerador en un recipiente hermético cubiertas con un paño húmedo. No las dejes sumergidas en agua.
Sí, muchas de estas recetas se pueden congelar. Sin embargo, ten en cuenta que la textura de las almejas puede cambiar después de descongelarlas. Es mejor consumir las recetas frescas, pero si necesitas congelarlas, asegúrate de almacenarlas en recipientes adecuados y etiquetarlas correctamente.
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