Cuando el cuerpo te pide comida “de verdad”, de esa que alimenta el alma y te reconcilia con el mundo, este pastel de salchicha fresca y coliflor preparado con Thermomix se convierte en una apuesta ganadora. Es una receta de las que parecen sacadas del recetario de la abuela, pero con el toque moderno del robot de cocina más querido de nuestras encimeras.
El contraste entre la coliflor al vapor, la salchicha dorada y esa bechamel cremosa con su punto de nuez moscada y gratinado final es… puro confort. Y lo mejor: no necesitas ser un chef, solo seguir los pasos con mimo. Aviso: va directo al top 5 de tus recetas de horno favoritas.
Pastel de salchicha fresca y coliflor con Thermomix
🧴 Un poco de aceite de oliva para engrasar
🌭 600 g de salchicha fresca troceada
💧 1000 g de agua
🧂 1 cucharada de sal
🥦 800 g de coliflor en ramitos
🍶 10 g de vinagre
🥛 800 g de leche entera
🧈 75 g de mantequilla
🌾 75 g de harina
🍋 Zumo de medio limón
🧂 1 pizca de pimienta molida
🌰 1 pizca de nuez moscada
🥚 1 yema de huevo
🍶 100 g de nata para cocinar
Precalienta el horno a 180 ºC. Unta una fuente tipo pirex con un poco de aceite y coloca la salchicha troceada. Hornea durante 15 minutos, hasta que empiece a dorarse. Retira del horno y reserva.
Coloca en el vaso el agua, la sal, la coliflor y el vinagre. Programa 15 min / Varoma / giro a la izquierda / velocidad 1. Escurre bien y reparte la coliflor sobre la salchicha en la fuente.
Sin lavar el vaso, añade la leche, mantequilla, harina, zumo de limón, pimienta y nuez moscada. Programa 9 min / 90 ºC / velocidad 4. Cuando acabe, vierte esta salsa sobre la coliflor y la salchicha.
Introduce ahora en el vaso la yema de huevo y la nata. Mezcla 5 seg / velocidad 4. Cubre el pastel con esta mezcla, repartiéndola bien.
Lleva de nuevo al horno a 180 ºC durante 20 minutos, hasta que la superficie esté bien doradita. ¡Y listo para servir!
Si quieres un sabor más profundo, puedes sustituir la salchicha por chistorra, longaniza o incluso panceta ahumada.
¿Versión veggie? Sustituye la salchicha por tofu ahumado o champiñones salteados y triunfas igual.
La bechamel lleva limón para equilibrar, pero puedes usar un chorrito de vino blanco si buscas un toque más sofisticado.
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