Si alguna vez has entrado en una cafetería Starbucks y te has dejado seducir por el aroma inconfundible de sus bebidas, seguramente habrás visto uno de sus grandes éxitos: el Moca de Chocolate Blanco. Cremoso, intenso y con ese punto goloso que hace que cada sorbo sea un abrazo al alma.
¿Lo mejor? No necesitas salir de casa ni gastar una fortuna para disfrutarlo. Hoy vamos a preparar esta maravilla con ayuda de la Thermomix, esa aliada de cocina que convierte cualquier receta en un juego de niños. Y si no la tienes, no sufras: también te daré pistas para hacerlo a la manera tradicional.
Este post está pensado para que no solo consigas el sabor auténtico del moca blanco de Starbucks, sino para que además puedas personalizarlo: menos dulce, más café, frío para el verano… ¡Aquí todo es posible!
Moca de Chocolate Blanco estilo Starbucks con Thermomix
Para una taza grande o dos medianas, apunta:
☕ 2 dosis de espresso (o ½ taza de café fuerte)
🥛 1 taza de leche entera (240 ml) — también puedes usar avena, almendra o soja
🍫 60 g de chocolate blanco (chispas o troceado)
🌿 ½ cucharadita de extracto de vainilla
❄️ Hielo (solo si quieres la versión fría)
🍦 Crema batida (opcional, pero muy Instagram-friendly)
Empieza sacando tu lado barista: haz dos espressos intensos y resérvalos bien calentitos. Si no tienes cafetera, usa café fuerte de filtro, pero intenta que sea aromático.
Coloca en el vaso 60 g de chocolate blanco junto con 2 cucharadas de leche.
Programa 2 min / 50°C / vel 2. Baja restos y asegúrate de que el chocolate está cremoso.
Añade la leche restante (unos 220 ml) y la vainilla.
Configura 3 min / 70°C / vel 2.
Luego, espuma durante 30 seg / vel 8 (sin calor).
En una taza grande, vierte primero el chocolate blanco derretido.
Añade el café y mezcla bien.
Después, incorpora la leche espumada con cuidado.
¿Te apetece jugar a cafetería Instagram? Decora con crema batida y, si quieres, un hilo de sirope de caramelo.
Versión fría (ideal para verano): no calientes la leche. Mezcla todo 30 seg / vel 4 y sírvelo sobre hielo.
Más café, menos chocolate: añade una tercera dosis de espresso para un chute extra de energía.
Menos dulce: reduce a 40 g de chocolate blanco o busca uno sin azúcar.
Porque combina lo mejor del café intenso con la dulzura del chocolate blanco, creando una bebida que no es solo para cafeteros, sino para cualquier amante de lo goloso. Además, el espumado le da un toque cremoso y sofisticado que parece sacado de un coffee shop.
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