Si te apasiona la pizza pero quieres reducir harinas o simplemente darle una vuelta más vegetal a tus platos, esta pizza con base de calabacín hecha en Thermomix es un salvavidas gastronómico. Crujiente, sabrosa y con ese aire “healthy” que tanto se agradece después de semanas de excesos. Y no, no sabe a verdura hervida. Sabe a gloria.
Usar el Thermomix en esta receta no es solo por postureo de cocina avanzada. Te ahorra tiempo, trabajo y asegura que el calabacín tenga la textura perfecta para crear una base compacta y manejable. Lo mejor de todo: sin gluten, sin complicaciones y lista para tunear al gusto.
Pizza con base de calabacín con Thermomix
🥒 400 g de calabacines
🥚 1 huevo
🌾 100 g de harina (puede ser integral, de avena o sin gluten)
🫒 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
🍅 150 g de salsa de tomate
🧀 120 g de mozzarella (mejor fresca y bien escurrida)
🌿 Orégano seco al gusto
🧂 Sal al gusto
Corta los calabacines en trozos grandes (sin pelar, que la piel da color y fibra) y mételos en el vaso de tu Thermomix.
Añade una pizca generosa de sal y tritura durante 3 segundos a velocidad turbo. No más, que no queremos sopa.
Escurre bien la mezcla en una malla fina o colador. Es importante sacar todo el exceso de agua para que la base no se deshaga. Aquí puedes usar una cuchara, tus manos o incluso una servilleta limpia (de esas que no lloran).
Vuelve a meter el calabacín escurrido en el vaso, añade el huevo, la harina y el aceite de oliva. Programa 1 minuto a velocidad 2 hasta que tengas una masa pegajosa pero homogénea.
Coloca papel de horno en una bandeja, vierte la mezcla y dale forma circular o rectangular, de unos 0,5 cm de grosor. No la dejes muy gruesa o quedará húmeda.
Hornea a 200 °C durante 20 minutos, hasta que los bordes empiecen a dorarse y se vea firme al tacto.
Saca del horno, unta la salsa de tomate, distribuye las rodajas de mozzarella y espolvorea con orégano seco.
Vuelve a hornear 12-15 minutos más, hasta que el queso burbujee y la cocina huela a trattoria napolitana.
Más proteínas: añade pechuga de pavo, atún o huevo duro por encima tras hornear.
Opción vegana: sustituye el queso por una mozzarella vegetal y usa harina de garbanzo o lino.
Toque crujiente: un puñado de almendras laminadas o semillas antes del segundo horneado.
Más sabor a Italia: una cucharadita de pesto en la base antes de la salsa de tomate.
Base aún más ligera: mezcla mitad calabacín y mitad coliflor triturada para un fondo más fibroso.
NOTA: RECETAS INTERESANTES PARA ESTE NUEVO AÑO... Seguro que también os interesan estas recetas