Cuando el calor aprieta y buscamos un *postre que no pese, pocas cosas tan reconfortan como una tarta de yogur griego. Pero si además le das un giro healthy y la endulzas sin azúcar, conviertes ese capricho en un aliado de tu bienestar. Esta tarta de yogur griego y queso crema es la prueba irrefutable de que lo sencillo puede ser espectacular: una base crujiente de frutos secos y dátiles, un relleno homogéneo de lácteo suave y un ligero toque cítrico. Todo ello elaborado en tu Thermomix, que se encarga de triturar, mezclar y montar la masa perfecta sin despeinarte.
En un solo molde de 22–24 cm se concentra una combinación de queso crema bajo en grasa, yogur griego natural y el frescor embriagador del limón, todo sin una pizca de azúcar refinado. ¿El secreto? Sustituirlo por eritritol o stevia, incorporados con maestría para que la textura sea idéntica a la de una tarta tradicional. El resultado es un pastel que cuaja en el horno como un abrazo suave, con el centro ligeramente tembloroso que llama a ser probado cuando apenas baja de temperatura.
Tarta de yogur griego y queso sin azúcar con thermomix
🌰 100 g de almendras molidas
🌴 8 dátiles, remojados 10 min en agua caliente y escurridos
🥥 2 cucharadas de aceite de coco
🥄 400 g de queso crema bajo en grasa (a temperatura ambiente)
🥛 400 g de yogur griego natural sin azúcar
🥚 3 huevos
🍋 Ralladura y zumo de 1 limón
🌱 2 cucharadas de eritritol o stevia (ajustar al gusto)
🍦 1 cucharadita de extracto de vainilla
🌽 2 cucharadas de maicena
Tritura los dátiles, las almendras molidas y el aceite de coco en el vaso de la Thermomix: 15 segundos / velocidad 6.
Baja los restos de las paredes con la espátula y repite si hace falta, hasta tener una “masa” que se pegue.
Forra la base de tu molde con papel de hornear y presiona la mezcla con el dorso de una cuchara humedecida, creando una capa uniforme.
Reserva en la nevera mientras te ocupas del relleno.
Sin limpiar el vaso, añade el queso crema y el yogur griego. Mezcla 20 segundos / velocidad 4 hasta homogeneizar.
Programa la Thermomix a velocidad 3 (sin tiempo) y, por el bocal, añade los huevos uno a uno, esperando a que se integren antes de incorporar el siguiente.
Agrega zumo y ralladura de limón, el eritritol y la vainilla. Mezcla 15 segundos / velocidad 4.
Tamiza la maicena sobre la mezcla y remueve 10 segundos / velocidad 4, asegurándote de que no queden grumos.
Precalienta el horno a 160 °C, calor arriba y abajo.
Vierte el relleno sobre la base fría del molde.
Coloca en la base del horno un recipiente con agua para generar vapor, clave para que la tarta cuaje suave y uniforme.
Hornea unos 50 minutos: los bordes deben quedar firmes y el centro, apenas tembloroso.
Apaga el horno y deja la puerta entreabierta 15 minutos para evitar un choque térmico brusco.
Saca la tarta y deja enfriar a temperatura ambiente.
Refrigera mínimo 4 horas (ideal toda la noche).
Para desmoldar, pasa un cuchillo caliente por los bordes y retira con cuidado.
Fruta fresca: decora con rodajas de fresa o frambuesas para un contraste ácido y colorido.
Glaseado ligero: mezcla 2 cucharadas de mermelada sin azúcar con un chorrito de agua y pinta la superficie.
Base crujiente alternativa: hazla con avena y nueces, o usa galletas integrales trituradas.
Versión “choco-limón”: añade 50 g de chips de chocolate negro al relleno antes de hornear.
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