¿Buscas una receta que sea tan sabrosa como sencilla de preparar? Hoy te traigo un gratinado de verduras con queso que no solo es una maravilla para el paladar, sino que además se cocina prácticamente solo gracias a tu Thermomix. Este plato, que combina la textura crujiente del brócoli, la dulzura de la zanahoria y la cremosidad del queso fundido, es perfecto tanto para una comida ligera como para acompañar un plato principal más potente.
Y lo mejor: además de ser un derroche de sabor, es una receta perfecta para colarte de puntillas en el terreno de la cocina saludable (sin renunciar a un poquito de crema, que no somos de piedra). Ideal para aparecer en tu repertorio de platos rápidos y sabrosos. Vamos, que lo tiene todo para convertirse en un éxito en casa.
1 brócoli mediano
2 zanahorias
1 calabacín
1 pimiento rojo
150 g de champiñones
200 ml de nata para cocinar
100 ml de leche
2 huevos
150 g de queso rallado (Emmental, Gouda o el que más te guste)
Sal, pimienta negra molida y nuez moscada
Mantequilla para engrasar la fuente
Antes de liarnos a cortar como si fuéramos chefs de estrella Michelin, precalienta el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo. Mientras se calienta, lava y limpia bien todas las verduras. Corta el brócoli, la zanahoria, el calabacín, el pimiento y los champiñones en trozos medianos, lo suficientemente pequeños para que luego no tengas que usar cuchillo en el plato.
Un truco: blanquea el brócoli. ¿Qué es eso? Cocerlo durante dos o tres minutos en agua con sal y luego pasarlo por agua fría. Así quedará más verde y su textura será perfecta.
Ahora, en tu Thermomix (o a mano, si te apetece un poco de ejercicio de muñeca), bate los huevos junto con la nata y la leche hasta que esté todo bien integrado. Añade sal, pimienta y una pizca generosa de nuez moscada recién rallada, que le da un aroma muy especial.
Si usas Thermomix:
Añade los ingredientes al vaso.
Programa 15 segundos a velocidad 4.
Así de fácil.
Unta con un poquito de mantequilla una fuente apta para horno. Coloca todo el mix de verduras dentro, repartiendo para que no queden capas demasiado gruesas de un solo ingrediente.
Después, vierte la mezcla de huevo, nata y leche sobre las verduras. Asegúrate de que se reparte bien por toda la fuente. Y, como colofón, espolvorea generosamente el queso rallado por encima.
Hornea entre 30 y 35 minutos hasta que la superficie esté dorada, crujiente y con un olorcito que hará que los vecinos llamen a tu puerta.
Cuando esté listo, déjalo reposar unos minutos fuera del horno antes de servir. Así se asientan los jugos y los sabores se potencian todavía más.
Varía las verduras: Puedes añadir coliflor, espinacas, o incluso unos daditos de calabaza si quieres un toque más otoñal.
Hazlo más proteico: Incorpora unos taquitos de jamón cocido, pechuga de pollo cocida o incluso tofu para una opción vegetariana completa.
Queso a tu gusto: ¿Te gusta el sabor fuerte? Prueba a mezclar un poco de queso azul con el rallado. ¿Prefieres algo más suave? El mozzarella también funciona de maravilla.
Picos extra de sabor: Añade hierbas como tomillo o romero a la mezcla líquida antes de hornear para darle un aroma brutal.
Este gratinado de verduras es una opción versátil, reconfortante y absolutamente irresistible. Perfecto para esos días en los que quieres comer rico sin pasar media vida en la cocina. Y con tu Thermomix, todavía más fácil y limpio.
¿Te animas a prepararlo y a contarme qué tal te ha salido? ¡Seguro que triunfas!
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