El buttermilk es una leche fermentada que se utiliza en muchas recetas de repostería para proporcionar humedad, acidez y esponjosidad a los productos horneados.
El buttermilk ayuda a ablandar la masa y a crear una textura más ligera y esponjosa en productos horneados, como panqueques, muffins y pasteles.
Se puede hacer buttermilk en casa mezclando leche con una pequeña cantidad de vinagre o jugo de limón, y dejándola reposar durante unos minutos hasta que se corte y fermente.
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