Hoy, las reinventamos en versión más saludable y rápida, cocinándolas en la freidora de aire. ¿Lo mejor? Quedan crujientes por fuera, jugosas por dentro y con una salsa casera que pide pan a gritos.
Si eres fan de lo casero pero no tienes ganas de liarte con frituras, apunta esta receta. Porque sí, las albóndigas de pollo también pueden ser sabrosas, suculentas y (ojo) un poco más ligeras que sus primas de ternera. Y si encima las haces con una air fryer, no hay excusas para no repetir.
Albóndigas de pollo en freidora de aire – air fryer
🍗 510 g de carne picada de pollo
🥚 1 huevo grande, batido
🧂 Sal y pimienta molida al gusto
🍞 Miga de 1 rebanada de pan (mojada en leche)
🧄 1 diente de ajo
🥛 Un poco de leche para empapar el pan
🌿 Perejil fresco, al gusto
🧄 1 diente de ajo
🍷 52 g de vino blanco
🧅 ½ cebolla
🥄 1 cucharadita de harina
🫒 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
🍗 2 vasos de caldo de pollo
🌶️ Pimentón dulce al gusto
En un mortero, machaca el ajo con el perejil. Añade un chorrito de leche para suavizar y remueve. Esta pasta aromática va directa a un bol grande con el huevo batido.
Agrega la carne picada, la miga de pan escurrida, sal y pimienta. Mezcla bien hasta obtener una masa homogénea. Forma bolitas del tamaño de una nuez.
Coloca las albóndigas en la cesta de la air fryer (puedes pulverizarlas con un poco de aceite si quieres un toque más dorado). Cocina 15 minutos a 190 ºC, dándoles la vuelta a mitad de tiempo. Te quedarán doradas y listas para la salsa.
En una sartén, calienta el aceite de oliva y pocha el ajo y la cebolla hasta que estén blanditos y dorados. Añade el pimentón, mezcla bien, y echa la harina. Cocina un par de minutos sin dejar de remover, para quitar el sabor a crudo.
Incorpora un chorrito del caldo de pollo para deshacer los grumos, y luego el resto. Sube el fuego, añade el vino blanco y deja que la salsa reduzca unos minutos.
Coloca las albóndigas cocinadas en una olla o cazuela. Vierte la salsa por encima, tapa y deja cocer a fuego suave durante 10 minutos. Así se empapan bien del sabor y se terminan de hacer.
Puedes hacer muchas albóndigas y congelarlas una vez cocidas en la air fryer (sin la salsa). Así, cuando te entre el antojo, solo tienes que preparar la salsa y recalentarlas en ella. También puedes usar esta base con carne de pavo, ternera o incluso hacer una versión veggie con soja texturizada.
Y si te va el picante, añade un poco de cayena a la cebolla en la salsa. Nadie lo sabrá, pero todos lo notarán 😉
Sí, puedes utilizar pechuga de pollo en lugar de muslos. Sin embargo, ten en cuenta que la pechuga tiende a ser menos jugosa, por lo que es posible que necesites agregar un poco más de grasa a la mezcla para que las albóndigas queden tiernas.
Sí, puedes congelar las albóndigas una vez que estén cocinadas. Asegúrate de dejar que se enfríen por completo antes de colocarlas en una bolsa o recipiente hermético para el congelador. Para recalentar, simplemente vuelve a colocar las albóndigas en la freidora de aire hasta que estén completamente calientes.
Puedes servir las albóndigas con arroz, puré de papas, una ensalada fresca o incluso en un sándwich. También quedan deliciosas con una salsa de tomate casera o una salsa a base de yogur y hierbas.
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