Y si además se puede hacer con Thermomix, lleva limón (ese cítrico que alegra la vida) y tiene la untuosidad del queso mascarpone, estamos hablando de una combinación ganadora.
La mousse helada de limón y mascarpone es la versión elegante de una tarta de queso con limón, pero sin horno, sin complicaciones y con ese toque sofisticado que dan los postres que se sirven en vasitos. Fresca, ligera (de textura, que no de calorías), perfecta para cerrar una comida veraniega o para colarse como capricho de media tarde. Y lo mejor: es facilísima de hacer con Thermomix, sin necesidad de ser un Ferran Adrià de la repostería.
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