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Es importante asegurarse de que los mejillones estén bien lavados y desechando aquellos que estén rotos o abiertos. Puedes frotar suavemente las conchas con un cepillo o un paño para eliminar cualquier suciedad.
El vino blanco es un ingrediente común en la receta de mejillones en salsa, ya que le aporta un sabor y aroma deliciosos. Sin embargo, si prefieres omitirlo, puedes hacerlo sin problema.
Los mejillones están listos cuando se abren durante la cocción. Aquellos que permanezcan cerrados deben ser desechados, ya que podrían estar en mal estado. Es importante no cocinarlos en exceso para evitar que se vuelvan demasiado duros.
Sí, puedes adaptar la receta y utilizar otros mariscos como almejas, calamares o langostinos en lugar de mejillones. Asegúrate de ajustar los tiempos de cocción según el marisco que elijas.
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