Hay cosas en la vida que siempre funcionan: una buena siesta, el pan con chocolate y unas alitas de pollo adobadas que salgan crujientes, doradas y llenas de sabor. Si además las cocinas en freidora de aire, sin apenas aceite y en menos de media hora, ya estamos hablando de magia culinaria nivel usuario experto… pero sin sudar una gota.
Hoy vamos a preparar una receta que combina lo mejor de tres mundos: rapidez, sabor y limpieza. Las alitas adobadas en airfryer son una alternativa espectacular a las fritangas tradicionales. Tienen ese punto crujiente que nos hace salivar, una carne tierna que se despega del hueso sin esfuerzo, y un adobo casero lleno de carácter, con ajo, comino, orégano y un pelín de picante que las convierte en un bocado adictivo.
Además, esta receta no requiere ni harina, ni empanado, ni marinar durante horas. En 30 minutos tienes listo un plato que parece sacado de una tasca gourmet. Y si las sirves con una salsa casera de yogur, una guarnición de patatas o una ensalada fresca, el combo ya es para aplaudir.
Cantidades para 2-3 personas con hambre de verdad
🍗 500 g de alitas de pollo, partidas por la articulación y sin la punta
🧄 2 dientes de ajo (puedes usar también ajo en polvo si estás vago)
🧂 1 cucharadita de sal
🌿 1 cucharadita de orégano seco
🟤 1/2 cucharadita de comino molido
🌶️ 1 cucharadita de chile en polvo o pimentón picante
⚫ 1/2 cucharadita de pimienta negra
🍋 2 cucharadas de vinagre (de vino blanco, manzana o el que tengas)
💧 Un chorrito de aceite de oliva virgen extra (opcional, pero ayuda con el dorado)
En un bol grande, mezcla el ajo machacado, la sal, el orégano, el comino, el chile, la pimienta y el vinagre. Si quieres potenciar aún más el sabor, añade también una cucharadita de mostaza, salsa de soja o unas gotas de salsa Worcestershire. Opcional, pero brutal.
Añade las alitas al bol y remueve bien con las manos (o una cuchara si eres de los que odian mancharse). Asegúrate de que queden bien cubiertas por el adobo. Déjalas reposar 30 minutos para que se empapen de sabor. Si tienes tiempo, guárdalas en la nevera tapadas durante unas horas: el sabor se multiplica.
Coloca las alitas en la cesta de la freidora de aire sin que se monten unas sobre otras (si hace falta, cocina en dos tandas). Programa 25 minutos a 180 ºC, dándoles la vuelta a mitad del tiempo para que se doren de manera uniforme.
Si tu freidora no tiene función de giro o ventilador potente, puedes subir 5 minutos al final a 200 ºC para que queden aún más crujientes por fuera.
Sácalas directamente a un plato, sírvelas con un poco de limón exprimido por encima, y acompaña con lo que más te guste: salsa barbacoa, yogur con hierbas, alioli suave o incluso guacamole casero. Con unas patatas hechas también en la airfryer tienes el menú completo.
¿No quieres picante? Usa pimentón dulce en lugar de chile.
¿Te van los sabores exóticos? Cambia el comino por curry y añade un poco de jengibre fresco rallado.
¿Alitas glaseadas? En los últimos 5 minutos, píntalas con una mezcla de miel y soja para un efecto sticky de escándalo.
Y si quieres hacer una versión aún más sana, puedes retirar la piel antes de marinarlas, aunque perderán ese punto tan crujiente que nos vuelve locos.
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