Hay postres que no pasan de moda, que se heredan como joyas familiares, y que tienen el poder de reunir a generaciones enteras alrededor de una mesa con ojos brillosos y cucharas listas. Uno de esos clásicos eternos es el flan napolitano cremoso, una maravilla de textura sedosa y sabor profundo que, si se hace bien, se convierte en un bocado celestial que se deshace en la boca.
Este dulce tiene nombre rimbombante, pero alma de sobremesa tranquila: mezcla lo mejor del tradicional flan con un giro que lo eleva —gracias al queso crema, la leche condensada y la vainilla— a un nivel casi indecente de placer. Y lo mejor: si tienes una Thermomix, el proceso no solo es sencillo, sino también mucho más limpio y sin riesgos de acabar con un caramelo pegado al techo o un baño maría convertido en piscina olímpica.
Los ingredientes del flan napolitano no son caprichosos, pero sí agradecidos. Cada uno aporta algo esencial: el azúcar se convierte en un caramelo que cruje al principio y luego se funde; las leches aportan dulzor y cremosidad; el queso crema, esa untuosidad imposible de lograr solo con huevos y leche; y la vainilla, ese perfume que nos lleva de vuelta a la cocina de nuestras abuelas.
Para el caramelo:
1 taza (200 g) de azúcar
2–3 cucharadas de agua (opcional)
Para el flan:
1 lata de leche condensada (397 g)
1 lata de leche evaporada (354 ml)
190 g de queso crema (a temperatura ambiente)
4 huevos
1 cucharada de extracto de vainilla
Vamos con la preparación, dividida en pasos claros y sin dramatismos. Con tu Thermomix como aliada, el resultado será tan profesional que hasta tu cuñado repostero se quedará sin palabras.
Pon el azúcar (y el agua, si la usas) en una sartén a fuego medio. No remuevas, solo deja que ocurra la magia.
Cuando tenga un color ámbar dorado y huela a infancia, viértelo en un molde para flan (de 20–22 cm va perfecto). Gíralo para que cubra bien la base y deja que se enfríe y endurezca. Ojo: esto hay que hacerlo rápido. El caramelo no espera.
En el vaso de la Thermomix, añade la leche condensada, la evaporada, el queso crema, los huevos y la vainilla.
Mezcla 30 segundos / velocidad 5. Baja restos con la espátula si los hay y vuelve a mezclar otros 10 segundos. Tiene que quedar bien homogéneo, sin grumos ni tropezones de queso.
Vierte la mezcla sobre el caramelo ya frío.
Coloca el molde dentro de una fuente con agua caliente. Si usas horno, 180 °C durante 50–60 minutos, vigilando que al pinchar con un palillo, este salga limpio o con un leve temblor en el centro (como el de tu dignidad después del segundo trozo).
También puedes hacerlo en el Varoma de la Thermomix: tapa el molde con papel aluminio, colócalo en el Varoma, añade 1 litro de agua al vaso, y programa 60 minutos / temperatura Varoma / velocidad 1. Comprueba la cocción al final, podría necesitar 10 minutos más.
Deja enfriar a temperatura ambiente, y luego al frigorífico al menos 4 horas. Si es toda la noche, mejor.
Para desmoldar sin sufrir, pasa un cuchillo por los bordes, pon un plato encima y gira con decisión y amor.
El flan en sí es una belleza, pero si lo quieres tunear para Instagram o simplemente para rematarlo con elegancia, estas ideas no fallan:
Unas cucharadas de crema batida
Fresas laminadas o frutas rojas
Unas hojitas de menta fresca
Ralladura de limón o naranja para un toque cítrico que lo equilibra todo
Este flan napolitano es la prueba de que los postres clásicos no necesitan complicarse para brillar. Con la Thermomix, el proceso es limpio, seguro y rápido, y el resultado es tan seductor que podrías plantearte abrir una pastelería clandestina solo para venderlo.
NOTA: RECETAS INTERESANTES PARA ESTE NUEVO AÑO... Seguro que también os interesan estas recetas