Si hay algo que nos encanta es preparar comidas que combinan sabor, textura y rapidez, y más cuando se puede hacer todo con la freidora de aire. Esta receta de pasta con pollo y brócoli horneada es un claro ejemplo de que no necesitas complicarte ni ensuciar mil cacharros para conseguir un plato cremoso, saludable y con un toque dorado que invita a hincarle el diente.
La magia está en aprovechar que la freidora de aire no solo sirve para fritos light, sino también para gratinar y cocinar al punto justo. ¿El resultado? Una mezcla suave de queso crema y cheddar, con el toque aromático del ajo y orégano, combinada con trozos de pollo tierno y brócoli al dente, todo en un plato único que te lleva a la mesa en menos de 40 minutos.
Pasta Rigatoni con pollo y brócoli horneada en freidora de aire
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🍝 250 g de pasta tipo farfalle o rigatoni
🥦 250 g de brócoli cortado en floretes pequeños
🧀 300 g de queso crema
🧄 1 cucharadita de gránulos de ajo
🌿 ½ cucharadita de orégano seco
🍗 2 pechugas de pollo cocidas y picadas en trozos grandes
🧀 50 g de queso cheddar rallado grueso
Pon a hervir una cacerola grande con agua y cocina la pasta siguiendo las instrucciones del paquete. Cuando queden 4 minutos para terminar, añade los floretes de brócoli para que se cocinen al mismo tiempo, logrando un punto justo, ni muy blandos ni crudos. Escurre todo muy bien y vuelve a ponerlo en la cacerola para que conserve calor.
En la pasta caliente, añade el queso crema, los gránulos de ajo y el orégano. Remueve hasta que el queso crema se funda y quede una mezcla cremosa y aromática. Incorpora el pollo picado y mezcla suavemente para repartir.
Vierte esta mezcla en una fuente apta para freidora de aire que tenga unos 2 litros de capacidad. Si tu fuente es más grande, divide la preparación en recipientes más pequeños para que encajen bien y se cocinen uniformemente. Espolvorea por encima el queso cheddar rallado para crear una costra dorada y sabrosa.
Programa la freidora a 180°C y cocina la pasta durante 10-15 minutos, hasta que el queso cheddar esté fundido, dorado y burbujeante. Esto dará un toque gratinado espectacular que hará que se te haga agua la boca.
Saca la fuente con cuidado y sirve inmediatamente. Esta pasta cremosa y gratinada es perfecta para una cena rápida entre semana o un almuerzo reconfortante sin complicaciones.
El queso crema debe mezclarse con la pasta aún caliente para que se funda bien y se integre.
No sobrecargues la fuente para que el aire circule bien y la cocción sea uniforme.
Si quieres un toque extra crujiente, prueba añadir unas migas de pan tostado por encima junto con el cheddar.
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