Jesús, si hay algo que la freidora de aire ha traído a nuestras cocinas, además de un montón de promesas de comer más sano, es la posibilidad de preparar cosas que antes eran exclusivas del horno, en mucho menos tiempo y sin morir de calor. Hoy le toca el turno a unas galletas M&M que son tan fáciles de hacer que hasta da rabia… y lo mejor: quedan de escándalo.
Estas galletas con M&Ms no solo son visualmente adorables con sus colores, sino que combinan esa textura entre blandita y crujiente que tanto nos gusta. Y lo más importante: no necesitas más de 15 minutos ni ser repostero profesional para hacerlas. Solo una freidora de aire, ganas de comer algo dulce, y mini M&Ms (sí, los mini son mejores para esto, luego te explico por qué).
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🟫 1/2 taza de azúcar morena (sí, la morena da ese toque caramelizado que buscamos)
🧈 1/4 taza de mantequilla ablandada (¡no derretida!)
🥚 1 huevo (a temperatura ambiente si puedes)
🍦 1 cucharadita de extracto de vainilla
🌾 1 taza de harina de trigo
🧪 1/4 cucharadita de bicarbonato de sodio
🧂 1/4 cucharadita de sal
🍬 1/2 taza de mini M&Ms (los clásicos de colores)
Cremar la mantequilla y el azúcar: En un bol mediano, bate (con batidora eléctrica o a mano con energía) la mantequilla blanda con el azúcar morena hasta que la mezcla quede esponjosa y con buen color. Esto se llama cremar, y es clave para la textura final.
Añadir el huevo y la vainilla: Echa el huevo y la vainilla, y mezcla bien. Aquí ya empieza a oler rico.
Mezclar los secos: En otro recipiente, mezcla la harina, el bicarbonato y la sal. No lo ignores: esto garantiza que no te quede una galleta plana como una tortilla.
Incorporar a la masa: Ve añadiendo poco a poco la mezcla de harina al bol de los ingredientes húmedos. Si usas batidora de mano, no seas salvaje: agrégala en tres tandas o te cubrirás de harina como si fueras un fantasma.
M&Ms al ataque: Agrega los mini M&Ms y mezcla con espátula o cuchara. No uses batidora en este paso o acabarás con M&Ms triturados y lágrimas en los ojos.
Precalienta tu freidora de aire a 175 °C (350 °F) durante 3 minutos.
Forma las galletas: Haz bolitas del tamaño de una cucharada y colócalas sobre un trozo de papel vegetal en la cesta de la freidora. Deja espacio entre ellas, no se llevan bien pegadas.
Aplástalas ligeramente con una cuchara o con la mano (sin miedo, pero con cariño).
Freír al aire: Cocina las galletas durante 5 minutos. Cuando el tiempo termine, no abras la freidora de inmediato. Déjalas reposar dentro 1 o 2 minutos más para que terminen de fijarse.
Repite el proceso con el resto de la masa. Si quieres que queden aún más monas, añade unos cuantos M&Ms encima de cada galleta antes de meterlas a cocinar.
No te saltes el paso de reposo dentro de la freidora. Es como dejar que las galletas “se sienten” y queden más firmes sin perder la suavidad interior.
¿Por qué mini M&Ms? Porque se distribuyen mejor en la masa y no deforman la galleta. Si solo tienes los grandes, pícalos un poco antes de añadirlos.
Estas galletas no se doran tanto como en el horno. Si esperas a que estén marrones, probablemente ya estén pasadas. Sácalas cuando los bordes estén firmes y el centro parezca “blandito”.
Se pueden conservar en un táper hermético 3-4 días, aunque es difícil que duren más de 24 horas sin desaparecer misteriosamente.
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