Si alguna vez has probado un cheesecake japonés, sabes que no se parece en nada al clásico americano: es más esponjoso, ligero y etéreo, como morder una nube dulce. Ahora imagina conseguir ese efecto soñado… ¡en una freidora de aire! Sí, el electrodoméstico de moda no solo sirve para patatas crujientes, también puede hornear maravillas como este pastel suave que se deshace en la boca.
La magia está en la combinación perfecta de queso crema, claras montadas y baño María dentro de la freidora, logrando la textura ideal sin complicaciones ni hornos tradicionales. Prepárate para descubrir cómo hacer este cheesecake japonés con cero estrés y resultados que enamoran en redes sociales.
Cheesecake japonés en freidora de aire – airfryer
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🧀 250 g de queso crema
🧈 50 g de mantequilla
🥛 120 ml de leche
🥚 3 yemas de huevo
🥚 3 claras de huevo (a temperatura ambiente)
🍚 70 g de azúcar
🌾 50 g de harina (cernida)
📄 Papel encerado
🧈 Mantequilla derretida (para engrasar)
⭐ Opcional: galletas Oreo para la base y azúcar glas para decorar
En un bol a baño María, mezcla queso crema, mantequilla y leche hasta obtener una textura sedosa (10-15 min). Retira del calor, añade las yemas y bate suavemente hasta integrar.
Cierne la harina sobre la mezcla y remueve con movimientos envolventes. Pásala por un colador para eliminar grumos y guarda en la nevera.
Bate las claras hasta que estén espumosas. Agrega el azúcar poco a poco y sigue batiendo hasta punto firme (8-10 min).
Añade un tercio del merengue a la base cremosa para aligerarla, luego integra el resto con movimientos envolventes para mantener el aire.
Forra el molde (20 cm aprox.) con papel encerado y engrásalo. Si quieres un toque extra, coloca galletas Oreo en la base.
Precalienta la freidora a 150 °C por 10 min. Vierte la mezcla hasta la mitad del molde, colócalo dentro de otro con agua caliente (baño María) y hornea 50 min a 150 °C sin abrir.
Comprueba con un palillo. Si sale limpio, enfría antes de desmoldar. Para rematar, un poco de azúcar glas por encima y ¡listo!
No batas en exceso: los movimientos envolventes son clave para la textura aireada.
Evita abrir la freidora durante la cocción, o perderás la magia esponjosa.
Añade un toque cítrico: unas gotas de limón en la mezcla realzan el sabor.
Sirve con frutas frescas, nata o un poco de matcha para un toque japonés auténtico.
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