Ahora bien,¿y si te dijera que puedes prepararla en la freidora de aire, sin horno, sin drama, y con un resultado que haría llorar de emoción a cualquier nonna italiana?
Sí, estás leyendo bien. Esta versión exprés de la focaccia tradicional no solo es facilísima, sino que te permite disfrutar del aroma embriagador del romero y el tomillo, con una textura fantástica gracias al golpe de calor del airfryer. Y como guarnición, una ensalada templada de tomates cherry y aceitunas con limón que eleva la experiencia al nivel “aplausos en la mesa”.
Focaccia crujiente con hierbas mediterráneas en freidora de aire
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🧴 8 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
💧 320 ml de agua tibia
🌾 500 g de harina de trigo tipo 550
🧂 2 cucharaditas de sal
🍞 15 g de levadura fresca
🧂 Sal marina gruesa, al gusto
🌿 5 g de romero fresco
🌿 5 g de tomillo fresco
🧂 Pimienta negra al gusto
🌿 10 g de albahaca fresca
🍅 200 g de tomates cherry
🫒 150 g de aceitunas con limón
🧂 Sal, pimienta negra y 2 pizcas de azúcar
Comienza disolviendo la levadura en el agua tibia. Deja reposar la mezcla unos 10 minutos hasta que burbujee ligeramente. Añade la harina, las 2 cucharaditas de sal y 3 cucharadas de aceite de oliva. Amasa hasta que obtengas una textura lisa y elástica. Si tienes batidora con gancho, úsala y ahórrate el gimnasio.
Divide la masa en dos porciones y colócalas en moldes pequeños forrados con papel de horno (de unos 3 cm de alto). Tápalos con un paño húmedo y déjalos levar en un lugar cálido durante 1 hora, o hasta que doblen su tamaño.
Mientras la masa fermenta, mezcla el romero y el tomillo picados con 4 cucharadas de aceite de oliva. Cuando la masa esté lista, haz hendiduras con los dedos y píntala con esta mezcla de hierbas. Espolvorea sal marina gruesa por encima, sin miedo: es parte del alma de la focaccia.
Introduce una focaccia en la cesta de la freidora de aire y cocina a 160 °C durante 15 minutos. Después, dale la vuelta cuidadosamente (puedes ayudarte con una espátula) y hornea 10 minutos más. Haz lo mismo con la segunda focaccia.
Mientras la focaccia se dora, prepara la guarnición. Corta los tomates cherry por la mitad y mézclalos con sal, pimienta, dos pizcas de azúcar y 1 cucharada de aceite de oliva. Añade las aceitunas con limón escurridas y decora con hojas de albahaca fresca justo antes de servir.
Sirve las focaccias aún calientes acompañadas de esta ensalada mediterránea que lo tiene todo: dulzor, acidez, frescura y un punto salino que marida perfectamente con el pan.
Versión dulce: añade uvas negras y cebolla caramelizada a la masa.
Toque picante: incorpora unas láminas de guindilla fresca o aceite de ajo picante.
Formato mini: haz focaccias individuales con moldes de muffins para una cena informal.
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