Si buscas una receta ligera, saludable y sabrosa, este calabacín relleno de ricotta y tomate es una auténtica joya. Con la freidora de aire, conseguimos un calabacín tierno por fuera y un relleno cremoso por dentro, sin necesidad de aceite en exceso ni complicaciones.
Perfecto como entrante, acompañamiento o plato principal ligero, este plato combina la suavidad del queso ricotta, la frescura de los tomates cherry y el aroma de las hierbas frescas, creando un contraste de texturas y sabores que conquista a todos. Además, es ideal para quienes buscan recetas rápidas y nutritivas, adaptables incluso a dietas vegetarianas o bajas en calorías.
Calabacín Relleno de Ricotta y Tomate con freidora de aire
2 calabacines medianos 🥒
150 g de queso ricotta 🧀
100 g de tomates cherry o maduros picados 🍅
1 diente de ajo picado finamente 🧄
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta al gusto 🧂
Hierbas frescas o secas al gusto (albahaca, orégano, perejil) 🌿
Queso rallado opcional (parmesano o mozzarella) 🧀
Lava los calabacines y córtalos por la mitad a lo largo.
Con una cuchara, retira parte de la pulpa para formar unas “barquitas”, dejando suficiente grosor para que mantengan la forma.
Reserva la pulpa para añadir al relleno, aprovechando todo el sabor del calabacín.
En un bol, mezcla la ricotta con los tomates picados, el ajo y la pulpa del calabacín.
Añade sal, pimienta y hierbas al gusto.
Si quieres, incorpora un poco de queso rallado dentro del relleno para un toque extra cremoso y sabroso.
Coloca los calabacines en la cesta de la freidora de aire, con la parte abierta hacia arriba.
Rellénalos con la mezcla de ricotta y tomate, presionando ligeramente para que se compacte y no se desborde durante la cocción.
Precalienta la freidora a 180 °C durante 3 minutos.
Cocina los calabacines durante 12-15 minutos, hasta que estén tiernos y el relleno se haya calentado uniformemente.
Si deseas gratinar un poco, añade queso rallado encima en los últimos 3 minutos de cocción.
Saca los calabacines con cuidado y deja reposar 1-2 minutos antes de servir.
Sirve calientes, con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y unas hierbas frescas para decorar.
Rellenos alternativos: añade jamón picado, espinacas, champiñones o aceitunas para un sabor diferente.
Para gratinar: combina mozzarella y parmesano para un acabado dorado y crujiente.
Tamaño individual: puedes preparar mini-calabacines rellenos para aperitivos o tapas.
Extra fresco: acompaña con hojas de rúcula o ensalada verde para un plato completo y ligero.
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