El secreto para unas alitas irresistibles, sin aceite y llenas de sabor
Si eres de los que piensan que las alitas de pollo son puro placer culpable, prepárate para cambiar de idea.
Gracias a la freidora de aire, podemos conseguir esas alitas crujientes por fuera y jugosas por dentro sin un mar de aceite. Hoy vamos con una receta que nunca falla: alitas de pollo a la miel y mostaza, una combinación dulce, salada y con un toque ácido que engancha.
Esta receta es perfecta para quienes buscan un plato fácil, rápido y espectacular, ya sea para una cena informal, un picoteo con amigos o darte un capricho entre semana. Además, al hacerlas en airfryer evitamos exceso de grasa, pero mantenemos todo el sabor.
Vamos a por ellas, que se te está haciendo la boca agua.
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🍗 1 kilo de alitas de pollo (partidas y sin la punta)
🍯 2 cucharadas soperas de miel
🟡 50 g de mostaza Dijon (o la que tengas a mano)
🍶 40 ml de vinagre blanco
🫒 40 ml de aceite de oliva virgen extra
🧄 Ajo en polvo (al gusto)
🧂 Sal y pimienta negra molida (al gusto)
Coloca el kilo de alitas en un bol amplio. Añade sal, pimienta negra y ajo en polvo al gusto.
Agrega 40 ml de aceite de oliva, el mismo de vinagre blanco, 50 g de mostaza Dijon y 2 cucharadas soperas de miel. Mezcla bien con las manos (o con una espátula si no quieres pringarte) hasta que todas las alitas queden bien cubiertas.
💡 Consejo Comidista: Si puedes dejarlas marinando toda la noche en la nevera, el sabor será brutal. Como mínimo, 2 horas.
Precalienta la airfryer a 190°C. Coloca las alitas en la bandeja (sin amontonarlas) y cocina 20 minutos a 190°C, moviéndolas un par de veces para que se doren por todos lados.
Pasados los 20 minutos, añade el marinado que reservaste. Sube la temperatura a 200°C y cocina 20 minutos más, removiendo al menos un par de veces. Así conseguirás ese caramelizado de miel y mostaza que huele a gloria.
Cuando estén doradas y crujientes, sácalas y sírvelas con unas rodajas de lima, unas patatas fritas caseras (también en airfryer) y una cerveza fría. ¡Éxito asegurado!
Más crujientes: Añade media cucharadita de maicena al marinado.
Más picantes: Un chorrito de sriracha o unas gotas de tabasco en la mezcla.
Marinado exprés: Si no tienes tiempo, déjalas 30 minutos fuera de la nevera para que cojan sabor rápido.
Porque reduces un 80% la grasa, evitas humos, y en 40 minutos tienes unas alitas que parecen fritas, pero no lo son. Además, el sabor del marinado se potencia al no estar en contacto con litros de aceite.
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