Pocas cosas hay tan reconfortantes como el queso fundido, el pan crujiente y el ritual de mojar algo calentito cuando llegas a casa sin ganas de cocinar. Por eso estos rollitos de jamón y queso en freidora de aire, además de salvarte la cena, se convierten en ese bocado del que no podrás hacer solo uno. Lo tienen todo: rapidez, simplicidad y esa irresistible mezcla de texturas que triunfa desde el primer mordisco.
Gracias a la magia de la freidora de aire, conseguimos una cobertura exterior dorada y crujiente con apenas unas gotas de aceite, mientras en su interior te espera un relleno cremoso de queso Havarti derretido y lonchas de jamón cocido o de pavo. Una receta tan básica y adictiva que entra directamente en el pódium de las cenas fáciles que harás todas las semanas sin cansarte.
🍞 6 rebanadas de pan de molde sin corteza
🍖 6 lonchas de jamón cocido o de pavo
🧀 6 lonchas de queso Havarti u otro fundente
🥚 1 huevo
🌿 Orégano seco al gusto
🫒 Aceite en spray (opcional)
📄 Papel de horno (para cubrir la rejilla)
Coloca cada rebanada de pan sobre la encimera y, con ayuda de un rodillo, aplánala hasta dejarla muy fina. Esto permitirá que el exterior quede crujiente al cocinarse.
Sobre cada rebanada coloca una loncha de jamón y otra de queso. Enrolla de forma firme, dejando el cierre en la parte inferior para que no se abra durante la cocción.
Cubre la rejilla o cesta con un trozo de papel de horno perforado. Coloca encima los rollitos con el pliegue hacia abajo.
Bate el huevo y pinta cada rollito con ayuda de una brocha de cocina. Espolvorea orégano seco por encima y, si quieres, también un poco de queso rallado. Rocía con aceite en spray para un dorado más uniforme.
Programa la freidora en modo Air Fry a 190 °C durante 10 minutos.
Si tu modelo solo calienta por arriba, da la vuelta a los rollitos cuando hayan pasado 5 minutos.
Una vez estén dorados y crujientes, retíralos con cuidado y sírvelos inmediatamente. El queso fundido por dentro no espera… y tampoco deberías hacerlo tú.
Rellena con fantasía: cambia el jamón por salmón ahumado, pepperoni o bacón.
Usa otro queso: cheddar, gouda o mozzarella rallada también funcionan estupendamente.
Versión dulce: usa crema de cacao y avellanas y espolvorea azúcar glas al salir.
Congélalos crudos: puedes tenerlos listos en el congelador y cocinarlos directamente, aumentando 2–3 minutos el tiempo de cocción.
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