Si alguna vez pensaste que la moussaka, ese gratinado griego con nombre de hechizo de Harry Potter, era demasiado pesada, elaborada o grasienta, permíteme decirte que te equivocaste. Bueno, en parte. Porque sí, puede ser todo eso… si la haces al estilo tradicional. Pero hoy venimos a redimir este clásico con la ayuda de la estrella del momento: la freidora de aire. Esa maravilla tecnológica que promete frituras sin aceite, pero que, cuando se usa bien, transforma platos clásicos en joyas crujientes y más saludables.
Esta versión conserva lo mejor del original: su sabor profundo, la combinación de berenjena, patata, carne especiada y bechamel cremosa. Pero elimina el exceso de grasa y el horno encendido media vida. El resultado: una moussaka crujiente por fuera, melosa por dentro y lista en una hora. Ideal para sorprender en una cena o para darte un capricho sin remordimientos.
Moussaka crujiente y sabrosísima en freidora de aire – airfryer
🍆 1 berenjena cortada en láminas de 5 mm
🥔 1 patata pelada y cortada igual que la berenjena
💧 1,5 litros de agua
🧂 1 cucharada de sal
🌿 1 cucharada de mezcla de especias para moussaka (puede llevar orégano, canela, nuez moscada, pimienta, tomillo…)
🫒 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
🧅 1 cebolla troceada
🐷🐮 200 g de carne picada de cerdo y vacuno
🍅 4 tomates maduros cortados a dados
🧂 1/2 cucharada de sal
⚫ 1/2 cucharada de pimienta negra
🫒 Un chorrito de aceite de oliva
🌾 2 cucharadas de harina
🥛 250 ml de leche (añádela poco a poco)
🧡 1/2 cucharadita de Ras el Hanout (u otra mezcla especiada con toques cálidos)
🧀 2 lonchas de queso que funda bien
🍅 Tomate frito (casero o del bueno)
🌿 Especias para moussaka (otra vez, sí)
Haz una salmuera aromática con el agua, la sal y la mezcla de especias. Sumerge primero las berenjenas (para que no floten) y encima las patatas. Deja reposar 30 minutos: así perderán amargor y absorberán sabor.
Cuece ambas verduras con la salmuera durante 10 minutos a fuego fuerte. Escurre bien y reserva. No queremos charcos.
En una sartén, sofríe la cebolla con el aceite a fuego medio. Añade la carne picada y dórala bien. Luego, añade los tomates, la sal, la pimienta y tus especias. Cocina hasta que se evapore el líquido y te quede una mezcla melosa, sabrosa y con ganas de protagonismo. Atemperar.
En la misma sartén, tuesta la harina con un poco de aceite. Añade leche poco a poco, removiendo como si te fuera la vida en ello. Cuando tengas una crema suave, añade el Ras el Hanout y mézclalo bien. Debería quedar sedosa y fragante, no líquida.
Usa dos bandejas pequeñas que quepan en tu freidora de aire. Si tienes solo una, puedes hacerlo en tandas.
En cada bandeja, monta las capas así:
Patata cocida
Sofrito
Berenjena cocida
Loncha de queso
Más sofrito
Más berenjena
Otra loncha de queso
Cucharada generosa de tomate frito
Bechamel por encima
Especias por encima para rematar
Precalienta tu freidora de aire a 200 °C. Cocina cada bandeja durante 10 minutos. El queso se funde, la bechamel se dora y todo se abraza en una capa superior crujiente y tentadora.
Puedes hacerla vegetariana si sustituyes la carne por lentejas cocidas o soja texturizada.
El Ras el Hanout es opcional, pero aporta un toque mágico. Si no tienes, una mezcla de canela, comino y nuez moscada también sirve.
¿No tienes dos bandejas? Haz una sola y congela la mitad. Aguanta genial y se recalienta sin perder gracia.
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