Si tienes Thermomix, tienes magia: solo necesitas fruta congelada, leche y ganas de sentirte como influencer de batidos. Esta versión casera del Mango Berry Bliss Frappuccino no solo es facilísima, sino que puedes adaptarla a tu gusto, con o sin azúcar, con leche vegetal o con un toque extra de crema si eres de los míos.
🥛 1 taza de leche (entera, de almendra o de coco)
❄️ 1 taza de hielo
🥭 1 taza de mango congelado en trozos
🍓🫐 1/2 taza de frutos rojos congelados (fresas, arándanos, frambuesas)
🥭 1/4 taza de puré de mango (puede ser natural o de bote sin azúcar)
🍦 1/4 taza de yogur de vainilla
🍯 2 cucharadas de miel (o sirope de agave si prefieres vegano)
🌼 1 cucharadita de extracto de vainilla
🍦 Nata montada (crema batida)
🍓🫐 Frutas frescas (fresas, arándanos… lo que tengas a mano)
🥭 Trozos pequeños de mango
🍇 Sirope de frutos rojos o coulis
🌿 Hojas de menta para decorar
Añade al vaso de la Thermomix todos los ingredientes de la base:
leche, hielo, mango congelado, frutos rojos, puré de mango, yogur, miel y extracto de vainilla.
Programa 1 minuto / velocidad 9.
🧊 Si ves que la mezcla queda muy espesa, añade un chorrito más de leche y mezcla 10 segundos extra.
Debe quedar cremoso, como un batido espeso tipo smoothie. Si prefieres que parezca más un granizado frappé, añade un poco más de hielo y mezcla 20 segundos / velocidad 8.
Vierte en vasos altos o tarros bonitos. Corona con:
Una generosa capa de nata montada
Algunas frutas frescas por encima
Un chorrito de sirope de frutos rojos
Y si quieres impresionar, añade una hojita de menta 🌿
¿Sin yogur? Puedes usar más leche o incluso un chorrito de leche condensada si quieres algo más dulce y decadente.
¿Vegano? Usa leche vegetal, yogur de coco y sirope de agave.
¿Batido más proteico? Añade media cucharada de proteína sabor vainilla y mezcla al final durante 10 segundos a velocidad 4.
¿Niños en casa? Haz una versión sin azúcar y con plátano congelado en lugar de miel: queda igual de dulce, pero más natural.
Esta receta en Thermomix es tan fácil y tan buena que no querrás volver a pisar una cafetería de cadena en tu vida. Refrescante, tropical, con un equilibrio perfecto entre dulzor y acidez, y encima personalizable.
Ideal para las tardes de calor, para invitar a tus amigas o para darte un capricho de domingo. Y lo mejor: solo ensucias un vaso (y el de la Thermomix, vale).
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