café Latte con leche de coco con thermomix

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Preparación de café Latte con leche de coco con thermomix

1. 1. Empieza con el toque instagrameable
2. Sumerge el borde de un vaso alto en un poco de sirope de arce. Luego pásalo por un plato con coco tostado rallado hasta que se quede pegadito. Este detalle no es obligatorio, pero convierte tu bebida en algo digno de una cafetería modernita de Copenhague.
3. 2. El hielo: base del asunto
4. Llena el vaso hasta la mitad (o más) con cubitos de hielo. No seas tímido, que esto es un latte frío, no una sopa templada.
5. 3. Mezcla mágica (Thermomix friendly)
6. Si tienes Thermomix, mezcla durante 10 segundos a velocidad 3:
7. El café ya frío
8. La leche de coco
9. El sirope de arce
10. ¿Sin Thermomix? Usa una coctelera o agita vigorosamente en un tarro con tapa. Nada que no puedas hacer mientras suena esa playlist veraniega de ritmos brasileños.
11. 4. Montaje y toque final
12. Vierte la mezcla sobre el hielo y, si te apetece, añade una cucharada generosa de nata montada de coco por encima. El contraste de texturas es top. Si quieres ir aún más allá, espolvorea un poquito de canela o cacao en polvo.

🌿 Variantes y consejos para triunfar con tu latte de coco

1. ¿Te va más el rollo tropical-tropical? Sustituye el sirope de arce por un chorrito de zumo de piña o un toque de extracto de vainilla.
2. Si te gusta más dulce, puedes añadir otro toque de sirope al gusto justo antes de servir.
3. Usa leche de coco entera (no la light ni la de cartón ultraacuosa), que aporta esa cremosidad que hace que este latte no se quede solo en guapo: también sabe brutal.
4. Para una versión más intensa, añade dos shots de espresso. No te hará correr una maratón, pero sí responder correos con dignidad.
5. Haz el café con antelación y enfríalo en la nevera para evitar diluirlo con el hielo.

¿Y por qué deberías prepararlo ya mismo?

1. Porque combina lo mejor del café con la ligereza veraniega. Porque no lleva lácteos, ni azúcar refinado, y sigue siendo un vicio. Y porque si vas a pasar el verano sudando la camiseta, qué menos que hacerlo con una bebida que te transporte, aunque sea en sorbos, a una playa del sudeste asiático.