Si piensas que las galletas caseras necesitan horno, paciencia y media mañana libre… te equivocas. Hoy te traigo una receta con la que vas a romper mitos (y quizá dietas): unas galletas de té en freidora de aire que son pura elegancia repostera con esfuerzo mínimo.
Estas galletas no solo quedan con una textura entre crujiente y delicada que recuerda a las pastas de mantequilla más finas, sino que, además, son perfectas para acompañar un café, regalar en una cajita mona o simplemente devorar mientras ves vídeos de gatitos. Su sabor a vainilla, la base de mantequilla cremosa y su forma bonita las convierten en un snack ideal para quedar bien… o para darse un homenaje, que también es importante.
Y lo mejor: no necesitas horno. Solo tu querida freidora de aire, que cada día demuestra que es mucho más que una máquina para hacer patatas sin culpa.
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🌾 200 g de harina de trigo
🌽 120 g de maicena (harina de maíz)
🧈 200 g de mantequilla, a temperatura ambiente
🍚 120 g de azúcar blanca
🥚 1 huevo
🍦 1 cucharadita de vainilla (extracto, esencia o pasta)
🧂 1 pizca de sal
🧁 Extras opcionales: chips de chocolate, mermelada, frutos secos picados o chocolate derretido para decorar al final.
En un bol grande, añade la mantequilla y el azúcar. Bate con varillas eléctricas durante unos 4 minutos, hasta que la mezcla quede cremosa, con textura de pomada. Raspa los bordes del bol para que todo se integre bien.
Incorpora el huevo y sigue batiendo. Luego añade la vainilla. Este paso es clave para que las galletas tengan ese sabor a pastelería de película.
Tamiza la harina y la maicena con un colador fino y ve añadiéndolas a la mezcla con una espátula, poco a poco. Agrega también la pizca de sal. Una vez que no haya polvo suelto, puedes usar de nuevo las varillas eléctricas a velocidad baja hasta que tengas una masa homogénea y suave.
Coloca la masa en una manga pastelera con boquilla rizada (opcional pero bonito). Sobre papel perforado para freidora, da forma a las galletas. Puedes hacer espirales, bastoncillos o pequeñas flores. Si no tienes manga, haz bolitas y aplástalas un poco con el dedo.
👉 Si vas a decorarlas con mermelada o chocolate, ahora es el momento de hacer una pequeña hendidura en el centro.
Déjalas reposar en la nevera durante al menos 1 hora. Esto hace que mantengan la forma y tengan mejor textura tras el horneado.
Precalienta la freidora a 200 °C durante 5 minutos.
Baja la temperatura a 170 °C y hornea las galletas durante 7 minutos.
Sácalas y deja que se enfríen sobre una rejilla (importante para que se endurezcan bien).
Repite el proceso con las siguientes tandas.
📌 Consejo: no hace falta dejar mucho espacio entre galletas, no crecen como las típicas con levadura.
Una vez frías, puedes mojar media galleta en chocolate fundido (negro, blanco o con leche) y dejar que se enfríen sobre papel vegetal hasta que el chocolate endurezca. Otra opción: espolvorear con azúcar glas o canela si buscas un toque más clásico.
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