Si eres de los que disfrutan con un buen cheesecake, esa tarta de queso con textura sedosa y sabor intenso, esta receta te va a enamorar. Hoy vamos un paso más allá y le damos un toque especial con la auténtica crema de pistacho casera y la comodidad de la freidora de aire.
La combinación del queso crema suave con el sabor profundo y ligeramente dulce del pistacho natural hace que esta tarta sea un placer para cualquier momento del día, y su preparación en airfryer la vuelve sencilla, rápida y limpia. No más complicaciones de baño María ni hornos eternos: el futuro de los postres está aquí.
En este artículo te cuento todo para que prepares una cheesecake que mezcla tradición, innovación y un puntito gourmet, sin salir de tu cocina.
Cheesecake de pistacho con freidora de aire – airfryer
200 g de pistachos tostados y sin sal
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de agua (aprox.)
400 g de queso crema
180 g de azúcar (puedes usar moreno o blanco)
4 huevos L
200 ml de nata para montar (crema de leche, muy fría)
20 g de harina de maíz (maicena)
Olvida esas cremas industriales con poco pistacho y mucho azúcar. Aquí la hacemos desde cero para que tenga sabor auténtico y ese precioso color verde.
Pon a hervir agua y, con mucho cuidado, sumerge los pistachos durante 15 minutos. Esto facilita pelar la piel oscura, que después debes retirar con paciencia para conseguir un color vibrante y textura cremosa.
Tritura los pistachos en un procesador de alimentos o batidora potente. Hazlo en tandas de 2 minutos, para evitar que se sobrecaliente, y remueve bien para bajar los pistachos de las paredes. A mitad del proceso añade aceite de oliva para ayudar a crear una pasta sedosa. Cuando veas que la textura es casi cremosa, agrega un poco de agua para suavizarla hasta obtener una consistencia untuosa.
En un bol amplio, bate el queso crema junto con el azúcar hasta que estén perfectamente integrados y sin grumos.
Incorpora 120 gramos de la crema de pistacho que has preparado. El sabor del pistacho será delicado pero presente, el equilibrio perfecto.
Añade los huevos, de dos en dos, mezclando bien después de cada adición. Luego agrega la nata para montar y vuelve a mezclar suavemente.
Por último, tamiza la maicena sobre la mezcla y remueve hasta que quede homogéneo.
Forra un molde de 18 cm con papel de horno humedecido y arrugado para que se adapte bien. Vierte la mezcla, que llenará casi hasta el borde pero sin derramarse.
Coloca el molde en la freidora de aire y cocina sin precalentar a 165 °C durante 40 minutos.
Pasado el tiempo, deja reposar la tarta dentro de la freidora apagada otros 30 minutos, luego a temperatura ambiente 1 hora y finalmente mínimo 1 hora en la nevera para que tome cuerpo. Cuanto más reposo mejor, ¡no tengas prisa!
Puedes usar la crema de pistacho sobrante para hacer una cobertura ligera mezclándola con una cucharada de queso crema y un poco de azúcar.
Extiende esta crema sobre la tarta ya fría y termina con unos pistachos enteros o troceados por encima. El contraste de texturas y colores es una invitación visual imposible de resistir.
Tarta de queso cremosa, de tono verde suave por el pistacho, con la cobertura brillante y algunos pistachos enteros sobre ella. La tarta cortada mostrando su interior sedoso, con luz natural, fondo neutro y un par de cucharas vintage. Un toque de hojas de menta fresca para rematar la composición.
Puedes ajustar la intensidad de pistacho usando más o menos crema según tu gusto.
La nata debe estar muy fría para que la textura quede firme pero aireada.
La maicena ayuda a darle estructura sin endurecer la tarta, no la omitas.
Los tiempos pueden variar según la freidora, vigila el color y consistencia.
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Cheesecake de pistacho con freidora de aire – airfryer
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