En el mundo de los bizcochos caseros, hay uno que se lleva todos los aplausos por su efecto sorpresa: el bizcocho cebra. Esa alternancia hipnótica de capas claras y oscuras convierte un simple pastel en una obra de arte comestible. Y sí, puedes hacerlo en tu freidora de aire sin ningún problema (ni horno, ni dramas, ni excusas).
Este pastel marmolado no solo es visualmente espectacular, sino que además es fácil, rápido y muy esponjoso. Al no llevar mantequilla y usar aceite vegetal, la textura resulta suave y húmeda. Perfecto para desayunos, meriendas o ese momento en el que te dices “solo un trocito” y acabas repitiendo.
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🥚 2 huevos
🧂 90 g de azúcar blanco
🌿 1 paquete de azúcar avainillado (o una cucharadita de extracto de vainilla)
🛢 100 ml de aceite de girasol o suave
🥛 60 ml de leche
🌾 150 g de harina de trigo
🧁 1 cucharadita de levadura química (polvo de hornear)
🍫 1 cucharada de cacao en polvo
En un bol grande, bate los huevos, el azúcar y el azúcar avainillado hasta que la mezcla quede espumosa y clara. No hace falta montar como si fuera un bizcocho genovés, pero sí darle alegría al batido.
Agrega el aceite y la leche y mezcla bien. Después añade la harina previamente tamizada con la levadura química. Mezcla hasta que tengas una masa lisa, sin grumos.
Separa la masa en dos partes iguales. A una de ellas, añádele la cucharada de cacao en polvo y remueve hasta obtener una mezcla uniforme. Tendrás una masa clara y otra oscura. Esto es lo que creará el patrón cebra.
Engrasa y enharina un molde de 18 cm que quepa en tu freidora de aire. Puedes usar uno de silicona o metálico, siempre que sea apto para airfryer.
Con la ayuda de dos cucharas, ve colocando una cucharada de masa clara en el centro del molde. Encima, añade una cucharada de masa de chocolate. Repite la operación alternando los colores: cada cucharada empujará a la anterior hacia afuera, creando círculos concéntricos. No remuevas ni mezcles: el patrón se forma solo.
Precalienta la airfryer a 160 ºC durante 5 minutos. Luego, coloca el molde en la cesta y hornea el bizcocho durante 35 minutos. Haz la prueba del palillo: si sale limpio, está listo.
Deja enfriar el bizcocho unos minutos antes de desmoldarlo. Puedes espolvorear con azúcar glas, añadir un chorrito de chocolate fundido o dejarlo tal cual. ¡Sabe tan bien como parece!
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