En el universo de las recetas rápidas y resultonas, esta tarta de yogur griego se lleva el premio gordo. No solo se prepara con solo 3 ingredientes básicos, sino que además puedes tenerla lista en menos de media hora gracias a la freidora de aire. El resultado: una textura cremosa y ligera que recuerda a un cheesecake, pero sin la lista interminable de pasos y cacharros.
Y si eres de los que todavía no ha probado a hacer repostería en la air fryer, esta es la receta perfecta para estrenarte: no requiere técnicas raras, se adapta a cualquier modelo y queda igual de bien en horno tradicional.
Tarta de yogur griego con solo 3 ingredientes en freidora de aire
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🥣 400 g de yogur griego descremado con sabor a vainilla (o natural si prefieres añadir tú el dulzor)
🥚 4 huevos tamaño L
🌽 32 g de maicena (aprox. 4 cucharadas rasas)
🍯 Opcional: 50 g de azúcar (si usas yogur sin azúcar) y miel para decorar
💡 Si te apetece innovar, puedes probar con yogures de otros sabores: coco, limón o incluso con trocitos de fruta.
Usa un molde redondo de 15 cm (desmontable o de una sola pieza). Engrásalo con aceite en spray o un poco de mantequilla, y fórralo con papel de horno, dejando que sobresalga para desmoldar sin dramas. No te preocupes si queda arrugado: ese toque rústico le queda de maravilla.
En un bol grande, bate el yogur con los huevos hasta integrar bien. Si vas a usar azúcar, añádela ahora. Incorpora la maicena y mezcla hasta obtener una textura lisa y sin grumos. Vierte en el molde.
Precalienta la air fryer a 160 °C durante 3–5 minutos.
Cocina la tarta 20–23 minutos, hasta que esté inflada, sin zonas líquidas y con la superficie ligeramente dorada.
Al sacarla, bajará un poco: totalmente normal.
Si prefieres el método clásico: hornea a 175–180 °C durante 70–75 minutos (calor arriba y abajo, sin ventilador) hasta que cuaje.
Deja enfriar 30 minutos a temperatura ambiente, luego refrigera al menos 2 horas (mejor toda la noche). Sácala 15–30 minutos antes de servir y, si quieres, decora con un hilo de miel o tu sirope favorito.
No te saltes el reposo: el frío asienta la textura y potencia el sabor.
Molde pequeño = textura cremosa. Si usas uno más grande, reduce el tiempo de cocción.
No abras la air fryer antes de tiempo: evitarás que se hunda demasiado.
Con tan poco esfuerzo, tendrás una tarta que parece sacada de una pastelería. Y lo mejor: sin encender el horno ni gastar luz de más.
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