El Rösti de patata es uno de esos platos que, como las croquetas o la tortilla de patatas, nunca pasa de moda. Originario de Suiza, este pastel de patata rallada se ha ganado un hueco en medio mundo como acompañamiento o plato principal.
En esta versión le damos un giro moderno: lo cocinamos en freidora de aire, lo servimos como base crujiente y lo coronamos con queso crema y salmón ahumado. El resultado es una receta que combina tradición con practicidad, ligera en grasas pero igual de sabrosa, perfecta para un brunch de domingo, una cena rápida o para impresionar en una comida con amigos.
🥔 400 g de patatas (harinosas o tipo Rösti)
🥚 1 huevo
🌾 1 cucharada de harina (opcional, ayuda a ligar la mezcla)
🧂 Sal y pimienta al gusto
🧈 1 cucharadita de mantequilla o aceite (para engrasar la cesta)
🧀 100 g de queso crema (natural o con hierbas)
🐟 100 g de salmón ahumado en lonchas
🌿 Cebollino fresco o eneldo para decorar
🍋 Limón (para servir)
Pela las patatas y rállalas con un rallador grueso. Colócalas en un paño limpio y exprímelas bien hasta quitarles todo el exceso de agua. Este paso es clave para que el Rösti quede crujiente y no aguado.
En un bol, combina la patata rallada con el huevo, sal, pimienta y la harina si quieres que la mezcla se compacte mejor.
Forra la base de la cesta de la airfryer con papel de hornear perforado (o engrásala ligeramente). Coloca la mezcla de patata formando un disco grande y aplánalo bien con una espátula.
Programa la airfryer a 180 °C durante 18–22 minutos. A mitad de la cocción, revisa y, si lo ves necesario, voltéalo con cuidado para que se dore por ambos lados.
Deja reposar un par de minutos antes de cubrirlo con el queso crema. Coloca encima las lonchas de salmón ahumado y termina con cebollino fresco o eneldo picado y unas gotas de limón.
Para un extra de crujiente, añade una cucharada de aceite a la mezcla antes de cocinar.
Si quieres un plato más informal, haz mini-Rösti individuales en lugar de uno grande.
Acompáñalo con una ensalada verde ligera para un menú completo y equilibrado.
Prueba otras versiones: con jamón serrano, aguacate o incluso con huevos pochados por encima.
El Rösti tradicional suele prepararse en sartén con bastante mantequilla o aceite. La airfryer, en cambio, consigue ese mismo dorado y textura crujiente con mucha menos grasa. Además, evita que la patata se pegue y permite una cocción más uniforme, lo que se agradece especialmente si haces uno grande.
El resultado: un plato vistoso, ligero y lleno de sabor que puede pasar por sofisticado sin que te pases horas en la cocina.
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