Uno de los errores más comunes al usar una freidora de aire es apilar los alimentos. La clave del éxito está en dejar espacio entre ellos para que el aire caliente circule libremente. La tecnología de estas freidoras se basa precisamente en el flujo de aire que rodea los ingredientes desde arriba, cocinándolos de forma uniforme.
Consejo práctico:
Coloca los alimentos en una sola capa, sin montarlos unos sobre otros. Así, todos alcanzarán el mismo nivel de cocción y dorado. Evitarás zonas húmedas y asegurarás esa textura crocante tan característica.
Afortunadamente, la freidora de aire es muy compatible con una gran variedad de recipientes y moldes. Los mejores aliados son:
Moldes de silicona
Recipientes de vidrio resistente al calor
Cestas de papel de horno
Porcelana apta para horno
Moldes de aluminio
También existen rejillas y accesorios especialmente diseñados para las airfryers que permiten cocinar varias cosas a la vez sin amontonarlas. Eso sí, asegúrate siempre de que el material sea resistente a altas temperaturas.
Una de las ventajas más aclamadas de la freidora de aire es que puedes cocinar con poco o nada de aceite. Esto la hace ideal para quienes buscan opciones más saludables, sin renunciar al sabor.
Lo ideal:
Utiliza un aerosol para aplicar una fina capa de aceite sobre los alimentos. Esto ayuda a conseguir un dorado uniforme sin saturar la comida. Ten en cuenta que no todos los alimentos se verán o sabrán igual que cuando se fríen en aceite profundo, pero el resultado es muy cercano y mucho más saludable.
La lista es sorprendentemente extensa. Aunque las alitas de pollo y las papas fritas sean las reinas de la freidora de aire, también puedes preparar:
Nuggets, empanados y gyozas
Pizzas, quiches y tortillas
Pescado rebozado y pechugas empanadas
Verduras asadas o fritas (boniato, berenjena, calabacín)
Huevos cocidos
¡Y hasta postres!
Postres que puedes preparar:
Coulants de chocolate, manzanas asadas, donuts, churros, torrijas, cinnamon rolls… Todo esto sin encender el horno tradicional.
Truco de oro: seca bien los ingredientes antes de cocinarlos para lograr una textura dorada y crocante.
Para una cocción homogénea, no basta con colocar bien los ingredientes. A mitad del tiempo, es recomendable agitar la canasta o voltear los alimentos. Algunas freidoras ya te avisan automáticamente cuando es momento de hacerlo.
¿Por qué es necesario agitar?
Porque la fuente de calor se encuentra generalmente en la parte superior del aparato. Si no se remueven los alimentos, los de abajo podrían quedar blandos o sin dorar.
Mantener la freidora limpia no solo es cuestión de higiene, sino también de sabor. Los residuos pueden alterar el gusto de futuras preparaciones.
Consejo diario:
Limpia la cubeta y la rejilla tras cada uso con agua tibia, jabón suave y una esponja no abrasiva.
Truco extra:
Llena la canasta con un poco de agua caliente y jabón, enciende la freidora durante 10–15 minutos a máxima temperatura. El vapor aflojará la grasa pegada, facilitando su limpieza.
Por seguridad y para evitar dañar tu freidora o tu salud, evita usar los siguientes materiales:
Papel de aluminio suelto
Papel común
Plástico o recipientes que no estén marcados como aptos para horno
Estos materiales pueden derretirse o inflamarse al estar en contacto con las resistencias de calor, además de liberar sustancias nocivas si entran en contacto con los alimentos.
Uno de los principales motivos de cocción irregular es usar una freidora demasiado pequeña para la cantidad de comida que se desea preparar.
Recomendación según número de comensales:
1 persona: freidora de 2–3 litros
2–3 personas: 3–5 litros
Familias de 4 o más: 5 litros en adelante
Si cocinas para muchos, una freidora de doble canasta o con bandejas adicionales puede ayudarte a ahorrar tiempo y mejorar la eficiencia.
Una vez dominas lo esencial, la freidora de aire puede convertirse en tu mejor aliada para innovar:
Tuesta frutos secos
Prepara chips de vegetales
Cocina rollitos de primavera o empanadas
Recalienta pizza sin que quede blanda
Haz croissants, panes o pan de ajo
La airfryer puede ser una herramienta versátil y sorprendente. Solo hace falta un poco de experimentación.
La freidora de aire es mucho más que una moda. Con estos trucos poco conocidos, puedes llevar tus preparaciones a otro nivel: más saludables, sabrosas y crujientes. Desde saber cómo colocar los alimentos hasta qué recipientes usar o cómo limpiarla correctamente, cada detalle suma para obtener los mejores resultados.
Si estás empezando a usar tu airfryer o ya tienes experiencia, aplicar estos consejos marcará la diferencia. ¡Explora, prueba y disfruta cocinando con aire caliente!
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