Jesús, hay recetas que te reconcilian con la vida, y este pan de ajo estilo pizza con queso es una de ellas. En menos de 15 minutos tienes un bocado que huele a domingo de peli, sabe a pizzería decadente (pero casera y mejor), y encima aprovecha tu querida freidora de aire. Porque sí, se acabó el horno, el precalentamiento eterno y la bandeja llena de migas quemadas.
Aquí lo tenemos todo: el crunch del pan de pueblo, la mantequilla con ajo derretido que se mete en cada esquina, una salsa de pizza bien especiada, el queso mozzarella fundente y las irresistibles rodajas de pepperoni que se doran con la magia del aire caliente.
Es el snack perfecto para fiestas, noches de sofá o cualquier momento en que tu estómago grite “quiero grasa y felicidad”. Y lo mejor: lo haces por tandas en tu airfryer sin manchar más que un cuchillo y una espátula.
Pan de ajo estilo pizza con queso en freidora de aire – air fryer
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🍞 1 pan de pueblo o pan francés (mejor si es ancho, con miga y crujiente)
🧈 ¼ de taza de mantequilla derretida
🧄 2 cucharaditas de ajo en polvo (o ajo fresco si eres purista)
🍅 2 tazas de salsa para pizza
🧀 2 tazas de queso mozzarella rallado
🍕 1 taza de rodajas de pepperoni
🌿 Perejil fresco picado (opcional, pero le da su toquecito)
🌶️ Hojuelas de pimiento rojo (para los valientes)
Precalienta la freidora de aire a 175 °C (350 °F). Este paso es clave para que el pan entre en ambiente y se tueste como Dios manda.
Corta el pan en rebanadas de 2,5 cm de grosor. No lo hagas a ojo como si fueras un leñador: si son uniformes, se cocinarán todas al mismo ritmo y evitarás dramas de pan quemado.
Prepara la mantequilla de ajo: Derrite la mantequilla (microondas, 30 segundos) y mézclala con el ajo en polvo o ajo fresco picado si te quieres lucir. Esta mezcla es lo que transforma el pan en magia.
Unta con cariño: Usa una brocha o una cuchara para repartir la mezcla de mantequilla y ajo sobre la parte superior de cada rebanada.
Primera tanda en la freidora: Coloca las rebanadas en la cesta o bandeja de la freidora sin apilarlas. Cocina durante 5 minutos, hasta que estén doraditas y huelas el ajo desde la otra habitación.
Momento pizza: Saca la cesta y cubre cada rebanada con salsa de pizza, queso mozzarella y un par de rodajas de pepperoni. Que no quede nada seco. Aquí no venimos a ser tímidos.
Vuelta a la freidora: Cocina durante 3-5 minutos más, hasta que el queso esté bien fundido y burbujeante. El pepperoni debe empezar a curvarse y tener los bordes tostados. Sí, ese es el punto exacto.
Toques finales: Al sacarlas, espolvorea con perejil fresco y, si te atreves, unas hojuelas de chile rojo. Esto no es obligatorio, pero le da nivel y un poco de punch.
¿Pan del día anterior? Mejor. Al tener menos humedad, se tuesta mejor y queda más crujiente.
Salsa casera vs. bote: Si tienes tiempo, haz una rápida con tomate triturado, orégano, ajo y un poco de aceite de oliva. Si no, una buena salsa de bote también vale (pero busca una que no sea agua con color).
Queso extra nunca está de más: Si eres de los que creen que el queso solo es suficiente cuando cae por los lados, dobla la dosis sin miedo. Solo asegúrate de que no se derrame en la freidora.
¿Vegetariano? Cambia el pepperoni por champiñones laminados, pimientos o aceitunas negras. Igual de sabroso.
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