Si creías que la pasta siempre debía ser cargada de salsas pesadas, te presento a la calabaza spaghetti: una alternativa ligera, versátil y deliciosa. Con su textura única, que se separa en hebras finas como espaguetis naturales, y el toque crujiente de la freidora de aire, esta receta se convierte en un imprescindible para quien busca platos saludables sin sacrificar sabor.
Perfecta como guarnición, base de pasta o incluso para preparar un plato principal completo, esta receta no solo es rápida, sino que conserva todos los nutrientes de la calabaza, incluyendo fibra, betacarotenos y vitaminas. Además, se adapta a cualquier estilo de cocina: desde un toque clásico con mantequilla y ajo hasta versiones italianas con salsa marinara o alfredo.
Spaghetti de Calabaza en Freidora de Aire
1 calabaza spaghetti mediana (aprox. 1,3–1,5 kg) 🎃
1 cucharada de aceite de oliva 🫒
1 cucharadita de sal 🧂
1 cucharadita de pimienta negra recién molida 🌶️
Opcionales según variación:
Mantequilla derretida
Ajo picado
Salsa marinara o Alfredo
Pollo al pesto o boloñesa
Corta la calabaza por la mitad a lo largo y retira todas las semillas con una cuchara. Este paso es clave para que las hebras se formen de manera uniforme y la cocción sea homogénea.
Con una brocha de cocina, unta la pulpa con aceite de oliva. Espolvorea sal y pimienta al gusto. Esto le dará un toque aromático y ayuda a que se dore ligeramente durante la cocción.
Coloca las mitades boca arriba en la cesta de la freidora y cocina a 175 °C durante 20 minutos, o hasta que la pulpa esté tierna y puedas rasparla fácilmente con un tenedor. La freidora de aire permite que la calabaza conserve su humedad interna mientras la capa superior se suaviza ligeramente.
Con un tenedor, raspa la pulpa de lado a lado para obtener hebras largas, tal como lo harías con espaguetis tradicionales. Aquí es donde la magia sucede: cada hebra captura perfectamente la textura delicada de la calabaza.
Puedes comerlo tal cual, o agregar mantequilla derretida y ajo para un toque clásico. Para una versión italiana, añade salsa marinara o alfredo. Incluso puedes usarlo como base para boloñesa, pollo al pesto o vegetales salteados.
Batch cooking: Cocina la calabaza, raspa las hebras y guárdalas en un recipiente hermético en la nevera hasta 4 días.
Extra sabor: Antes de raspar, añade un chorrito de aceite de oliva con hierbas provenzales para un aroma intenso.
Versión ligera: Evita mantequilla y opta por un chorrito de aceite de oliva virgen extra para mantenerlo bajo en calorías.
Presentación: Sirve en un plato hondo con un poco de queso rallado o nueces tostadas por encima; el contraste de colores y texturas hará que parezca un plato de restaurante.
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